La alegría es contagiosa y a veces difícil de encontrar en los demás. Por eso, al toparse con una persona alegre en la calle, es probable que esa alegría se transmita sin darse cuenta, porque por unos minutos puede hacer olvidar los problemas y las dificultades.
Así es el caso de un abuelo…
Ahora puedes leer el artículo de UpSocl sobre Abuelito sorprende al bailar junto a un grupo de mujeres que hacían ejercicio. Contagiaba su alegría.