Nos pasamos el día pegados al teléfono móvil. Dedicamos horas y horas de nuestras jornadas a navegar por las redes sociales, a buscar síntomas de enfermedades en Google y, sobre todo, a mandarnos mensajes de WhatsApp con todo ser viviente; estamos viciados a comunicarnos a todas horas.
Seguir leyendo artículo en Cabronazi.