Ahora puedes leer el artículo de La Voz del Muro sobre En entredicho.
Qué bueno y qué malo era!, se podía escuchar el silencio de la nieve entre sus venas. En esa urna seguía sonando igual. Sólo deseo su propio bien.
Y eso que era del tipo máscara de hierro. Yo siempre suya, y él con su orgullo cegado… A mí nunca me faltó ese pecador… No es ese el…