Existen pocas cosas en la vida más contagiosas que la risa de un niño pequeño. Se trata de una risa de felicidad tan pura que es imposible no contagiarse de ella. Una de las maneras de conseguirlo, es cuando los pequeños se relacionan con los animales. De esta unión siempre suelen aparecer…
Ahora puedes leer el artículo de La Voz del Muro sobre Es imposible no contagiarse de la risa de este pequeño cuando da de comer a un avestruz.





