Todos queremos a nuestros perros. Los achuchamos, los mimamos y acabamos perdonando el caos que provocan. Les llamamos buenos chicos, y lo decimos en serio. Tenemos tal vínculo con ellos que olvidamos que son animales, después de todo. Aúllan, gruñen y… muerden. Ahora, imagina a un niño…
Ahora puedes leer el artículo de Bored Panda sobre La gente está harta de que padres permitan a los niños maltratar a las mascotas, y explican lo estúpido y peligroso que es.