Muchos perros no tienen la fortuna de nacer en una casa, con una familia que se preocupe de ellos y puedan satisfacer todas sus necesidades. En cambio deben ingeniárselas para sobrevivir solos, con la esperanza de que alguien alguna vez los tome en cuenta.
Lo vio solo y vagando por las calles sin rumbo. Cuando lo rescató, él se aferró seguro a sus brazos
