Parte de dejar la niñez atrás y entrar en el mundo de los adultos, es cambiar nuestras costumbres. Antes vivíamos para jugar al sol, perseguir a nuestros amigos para lanzarles una bombita de agua o intentar que el gorro que le pusimos al perro se equilibre sobre su pequeña e irregular…
Ahora puedes leer el artículo de UpSocl sobre Los huevos de pascua alcoholizados nos cambiaron el mundo. El conejo pensó en los niños grandes.
