Journey, como muchos perros, llegó a un canil tras la muerte de su dueña. Ningún familiar se podía hacer cargo de ella entonces pasó a vivir en el recinto hasta que fue puesta en una lista de espera para ser sacrificada, pues debido a su edad y a que nadie la adoptaba, no tenían más…
Ahora puedes leer el artículo de UpSocl sobre Nadie la adoptaba y sería sacrificada. En un hogar de ancianos encontró el amor que siempre quiso.