La esperanza es lo último que se pierde, y Leo, un pastor alemán de Tailandia nunca lo hizo. Ama a sus dueños desde el fondo de su corazón, por lo que nunca pensó que le provocarían un mal. Es fiel al matrimonio que lo adoptó hace mucho atrás, por lo que su noble acción nos sacó una…
Ahora puedes leer el artículo de UpSocl sobre Obediente y con una sonrisa, perrito esperó 4 años a que sus dueños volvieran. El Hachikō tailandés.



