Muchos llevan más de 6 meses en cuarentena y si bien es comprensible que todo sea por la salud, es imposible dejar de ser humano y querer estar en contacto con otros. Es por eso que muchos se han tomado este trabajo en sus manos haciendo fiestas a través de zoom u otros métodos digitales.
Pareja construyó un bar en su patio llamado «El crustáceo ebrio». Don Cangrejo estaría muy orgulloso
