Si tu hijo es muy pequeño como para entender en qué se equivocó, no le grites. Si tu hijo es lo suficientemente grande para hacerlo, pueden dialogar, entonces no le grites.
No les grites, nunca. Mucho menos los golpees.
Aquellos que consideran que haber sido golpeados en su niñez no tuvo…
Ahora puedes leer el artículo de UpSocl sobre ¿Qué ocurre en el cerebro de los niños cuando les gritas? Las consecuencias podrían ser permanentes.



