Rentokil Initial: Esto es lo que pasa cuando una cucaracha entra en una casa

Las cucarachas pueden constituir un problema de salud importante, pues son portadoras de diversas bacterias y pueden contagiar salmonelosis; afecciones intestinales como la diarrea, la disentería, la gastroenteritis, la fiebre tifoidea, el cólera; o incluso producir crisis asmáticas.

Rentokil Initial ofrece un asesoramiento y tratamiento personalizado para cada especie de cucaracha.

Las cucarachas, esos insectos que surgieron mucho antes de que los humanos habitaran la Tierra, y probablemente seguirán aquí una vez desaparezcan, son una de las especies con mayor capacidad de adaptación al entorno. Aunque son nocturnas y aparecen con mayor facilidad durante las noches veraniegas, su presencia en los hogares es más común de lo que se cree, ya que es en estos espacios donde encuentran los alimentos, la humedad y el calor que necesitan para sobrevivir. "¿Pero alguna vez te has preguntado qué es lo que hace una cucaracha cuando entra en una casa?"

La multinacional especializada en control de plagas Rentokil Initial asegura que ver estos insectos a plena luz del día puede indicar que la infestación se ha salido de control. Sus cuerpos, adaptados, planos y de forma ovalada, parecen hechos a medida para esconderse en sitios estrechos y, pese a que su visión es deficiente, cuentan con seis patas espinosas que les permiten moverse a toda velocidad por cualquier superficie, cristal incluido, y sensores que atrapan todo tipo de olores.

Escondites preferidos
Cualquier hogar puede ser víctima de una infestación de cucarachas si no se toman las medidas necesarias, pues pueden entrar a través de fisuras, grietas, respiraderos, alcantarillas o tubos de drenajes y convertirse en un habitante más, sin que nos demos cuenta. En ocasiones, no se ven directamente los ejemplares, pero es posible saber de su existencia tomando en cuenta indicios como la presencia de excrementos de menos de 1 mm de ancho; manchas en las superficies de la cocina o en los rodapiés; estuches de huevos (ootecas); restos de pieles mudadas; mordidas en artículos orgánicos como el cuero o el papel; olor rancio, etc.

La cocina es uno de los lugares más frecuentes en los que se pueden encontrar a estos insectos, que se ocultan tras los muebles y despensas, dentro o entre paredes, debajo de los fregaderos y los lavavajillas, en las grietas de electrodomésticos con motores como frigoríficos y congeladores o en electrodomésticos más pequeños como microondas, cafeteras, tostadoras y batidoras. Los restos de comida, la grasa y la suciedad son un gran reclamo para estos pequeños enemigos.

Además, es habitual encontrarse plagas de este tipo en zonas oscuras, húmedas y poco transitadas, en las que pueden esconderse y poner sus huevos, como garajes o sótanos a los que entran a través de las bajantes y arquetas; así como baños y zonas de lavado, espacios en los que conviene revisar las tuberías, la parte posterior de los armarios, lavadoras, secadoras, bañeras e inodoros. Otros escondites habituales son las molduras, zócalos de madera, zonas oscuras debajo de puertas y ventanas o esquinas y grietas de las paredes.

Detección de indicios, crucial para controlar la plaga
Para no arriesgar el futuro del local, Rentokil Initial recomienda actuar lo antes posible. “Reconocer los primeros signos de una plaga podría ser crucial para controlarla con facilidad”, aseguran, por lo que el primer paso es observar si existen algunos de estos indicios más comunes: excrementos (en forma de polvo negro, de menos de 1mm y de ancho y de longitud variable), manchas en las superficies o los rodapiés, por donde las cucarachas suelen pasar, estuches de huevos (ootecas) y pieles desechadas, daños en alimentos y otros artículos orgánicos, olor desagradable y rancio, o cucarachas vivas en zonas con calor o humedad, como lavabos, cocinas o sótanos.

Una vez se haya detectado la presencia de estos insectos, y antes de proceder al tratamiento de los mismos, Rentokil Initial recomienda seguir una serie de consejos para evitar su propagación:

  • Retirar los restos de alimentos y restos orgánicos de debajo de elementos como los grupos de cocina, frigoríficos, estanterías, etc.
  • Limpiar minuciosamente todas las zonas.
  • Retirar o cubrir los alimentos de las superficies que vayan a ser tratadas.
  • Antes del tratamiento, eliminar con un aspirador con boquilla de filtro, en caso de una infestación diagnosticada de cucarachas, los ejemplares muertos, rastros de excrementos, estuches de huevos (ootecas), restos de muda, etc.
  • Bloquear los escondrijos por los que acceden.

¿Qué consecuencias provoca su presencia?
Las cucarachas pueden constituir un problema de salud importante, pues son portadoras de diversas bacterias y pueden contagiar salmonelosis; afecciones intestinales como la diarrea, la disentería, la gastroenteritis, la fiebre tifoidea, el cólera; o incluso producir crisis asmáticas a partir del contacto de personas alérgicas con los excrementos o la piel de las cucarachas.

Además, su aparición puede contaminar los alimentos y las superficies por donde deambulan.

Formas de transmisión de enfermedades
Las cucarachas pueden propagar enfermedades a los humanos de varias formas: a través de sus vómitos, sus heces, o por contacto directo. Cuando una cucaracha se alimenta de algo que contiene bacterias, como una pieza cruda de pollo, o heces de animal, la bacteria entrará en su sistema permaneciendo dentro de su boca, en su saliva, e incluso inactiva en su sistema digestivo. Por eso, normalmente, la mayoría de casos se produce al entrar en contacto con elementos que las cucarachas han contaminado previamente, ya sea al beber o comer algo que haya estado en contacto con estos insectos o al llevarnos a la boca otros objetos que puedan contener saliva o excrementos de ellos. En resumen, estas son las formas de transmisión de enfermedades más comunes:

  • Los excrementos de las cucarachas. Estos insectos, al comer alimentos en mal estado, basura, cartón y papel e incluso heces de otros animales, pueden transmitir patógenos nocivos a través de sus heces.
  • La saliva o el vómito. Esta vía es similar a la de las heces, pues estos fluidos pueden albergar agentes infecciosos provenientes de los alimentos contaminados.
  • El contacto físico. Al habitar en alcantarillas, tuberías, desagües, contenedores de basura, etc. las cucarachas suelen estar en permanente contacto con bacterias y virus que se adhieren a sus cuerpos y patas y que, al entrar en contacto físico con ellas, es probable que se transmitan a los humanos.

Las cucarachas, un depósito de bacterias
A diferencia de los mosquitos y garrapatas, que causan enfermedades en los seres humanos y los animales directamente a través de sus picaduras, las cucarachas sólo causan enfermedades indirectamente. Al igual que las moscas domésticas, las cucarachas propagan gérmenes que pueden generar ciertas enfermedades debido a sus sucios hábitos.

Las cucarachas actúan como depósitos de bacterias. Los lugares que visitan, tales como las alcantarillas y papeleras, al igual que el hecho de comer carne cruda y heces de animales, significa que pueden acumular bacterias fácil y frecuentemente, que son las causantes del desarrollo de enfermedades en las personas.

Tratamientos profesionales
Productos como insecticidas y trampas caseras pueden ser una solución a corto plazo, pero no terminarán con el problema de raíz. De hecho, los métodos tradicionales de eliminación generan normalmente el efecto contrario al pretendido, extendiendo la plaga a espacios cercanos y zonas colindantes.

Lo mejor es recurrir a los profesionales del sector para que puedan realizar un estudio de la situación, ya que cada especie de cucaracha requiere estrategias diferentes para luchar contra ella. Los servicios profesionales de desinsectación y control especializado de cucarachas que ofrece Rentokil eliminarán por completo las plagas que puedan aparecer, ya que se adecuan a la especie correspondiente, la magnitud de la invasión, los espacios y la sensibilidad de zona de actuación en cada negocio.

 

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