Los animales no dejan de sorprendernos. Su amor incondicional derriba fronteras e incluso es capaz de doblar la ley de la naturaleza, y esta historia de la gata con sus “gatitos amarillos” es una prueba ejemplar de ello. El instinto maternal fue más fuerte que su instinto de caza, y lo que hizo…
Ahora puedes leer el artículo de UpSocl sobre Temían que les hiciera daño a los patitos, pero la gata actuó de manera fuera de lo común.